jueves, 8 de julio de 2010

la acción que no acciona aparentemente...

El poder presencial de la acción inmóvil.

“Usted puede estar sentado sin moverse y al mismo tiempo, estar en plena acción… la inmovilidad física es frecuentemente el resultado de la intensidad interna.” (STANISLASKVI; 1963: 7)

Quizás sean estas palabras las que mejor expresan mi percepción, de lo que significa y representa la acciones en general, en el mi lugar de observación. Creo que es fundamental entender y rescatar a su vez, la importancia y la relevancia que tienen todas aquellas acciones que se hacen desde la quietud, desde el no desplazamiento, desde una inmovilidad que a primera vista pareciese ser completa, pero, que si se observa adecuadamente, podría llegar a parecer la acción más compleja y llena de movimiento que se haya visto. A si mismo, esta conceptualización, no es algo que nació sólo a partir de mi espontáneo interés sobre todos aquellos actos que implican poca movilidad, si no que, luego de buscar bases teóricas llegue a la explicación, desde el teatro y la actuación, de porqué no es necesario saltar y correr, para tener presencia en un lugar, ya sea en un espacio real y cotidiana o en el escenario de un teatro. Es así cómo lo explica Stanislaskvi: “Un pequeño acto físico adquiere un significado interno enorme: la gran lucha interior busca un escape en dicha acción externa.”(STANISLASKVI: 1963: 7)

Es desde esta perspectiva, de donde la acción se hace interesante en mi vivencia de percepción del lugar. Creo que es fundamental entender que son las circunstancias del contexto las que van determinando, que sean finalmente los actos más quietos, los cuales se roben el protagonismo en el espacio que observamos. Para dar ejemplos concretos y entender a lo que me refiero, puedo mencionar en primer lugar, que la mayoría de las personas, son adultos mayores, por lo tanto su movilidad y capacidad para responder a estímulo es menor, debido a la edad. Como segundo factor, quizás el más relevante, está la presencia del alcohol y las drogas, lo que condiciona a todas las personas del lugar a estar casi siempre en un estado, extra cotidiano, en el sentido de que se encuentran dopados, o bajo los efectos de distintas sustancias, que hacen que todas sus acciones, desde desplazarse, hasta levantar la cabeza para atender a una pregunta, sean muchos más lentos y atrofiados que los de una persona en estado normal. Y es acá donde nace la particularidad y especificidad en términos de acciones, que nuestro lugar nos ofrece a primera vista. Transformándose, para mí, en un primer estímulo, a la hora de observar, percibir, y luego llevar a cabo como trabajo actoral. Creo que es impresionante el poder que tienen, desde el punto de vista de la presencia, estos actos lentos, repetitivos, estáticos y detenidos. Que logran llamar mi atención desde el primer momento en el cual llegué al lugar, esa distención y despreocupación que a primera vista, trasmite una sensación de aburrimiento, olvido, soledad y ocio, pero que luego te permiten entender que es esa, finalmente, la dinámica del lugar y de las condiciones de vida de una persona en estos estados: indigente, sin casa, sin familia, sin trabajo, en fin, sin motivaciones, viejo, y aparte de todo esto, enfermo y en un estado infra sensorial, producto del efecto del alcohol y las drogas. Pero a pesar de todo esto , se me hace necesario explicar que sin son cuerpos vivientes, que sí respiran, que sí habitan, que sí miran, que sí se mueven, que si transitan, siempre desde un estado casi inmóvil, pero si existen y están presentes, quizás sea por esa especie de actividad interna, que posee toda persona, que logran trasmitir un espíritu de vida y existencia que no pasa desapercibido bajo ningún punto de vista, como por ejemplo una anciana, que vi en alguna oportunidad que se encontraba sentada en un sillón, mirando el suelo, sin un foco, con el cuerpo totalmente entregado y no moviendo ni un sólo músculo. Pero esta anciana, mediante esta simple acción, la acción de solamente estar presente y habitar un espacio y un tiempo, me trasmitió que ella sí era parte de la acción total del lugar, que sí era capaz, desde la inmovilidad de su postura, irradiar una actitud, que nos hacia darnos cuenta de que ella si estaba accionando, si estaba presente y sí se movía internamente, y pude comprender que tal vez, era esta la acción predominante, mucho más que alguien que paso al lado mío caminando y que se movió toda la tarde.

Como conclusión, creo que queda claro, lo que significa para mí la esencia de la acción inmóvil, lo que simboliza, ese tipo de acción, su y su relevancia en el lugar de observación. Creo que a partir de esta idea se puede comenzar a analizar el cómo en el futuro, tendré que trabajar la acción para posteriormente representarla en un escenario y quizás la primera huella para comenzar esta arduo camino, esté develada en esta idea: “Es esencial comprender este principio de la vida del actor: la energía no corresponde necesariamente a movimientos en el espacio… incluso en movimientos lentos o en la inmovilidad aparente, se logrará una fuerte presencia.” (Barba; 1988: 22)

Bibliografía

1.- STANISLASKV, Constantin; Manual del actor; Editorial Diana; México D.F; 1963.

2.-BARBA, Eugneio; Anatomía del actor; Grupo Editorial Gaceta S. A de C. V.; México D.

Teatro y signos. (Ensayo)

Realidad y su trasformación a partir de la significación en el Teatro.

“Podemos tener diferencias en cuanto a en qué grado o en qué forma el teatro debe expresar la realidad, pero que debe hacerlo de alguna manera es algo que está claro. Los grados van desde el hiper-realismo, pasando por el realismo, hasta lo más simbólico como expresión teatral.” (NOGERA; 1987:79).

A primera vista se nos hace obvio el hecho de que el teatro tiene la capacidad de mostrase desde todos estos puntos de vista, pero mi análisis hará referencia a aquel que recoge y explota los signos; el teatro que se construye a partir de estos y que los hace suyos en una nueva realidad representativa. Es indiscutible el hecho de que estos signos siempre serán, de una u otra forma, extraídos de una realidad tangible y cognoscible, pero el hecho interesante será la capacidad teatral (a través de la significación) de transformarlos y darle quizás, nuevos sentidos, así como nuevas referencias. Y para poder expresar de mejor forma esta tesis, daré una definición se signo: ”Un signo es un elemento que representa a otro; por ejemplo, una palabra representa al objeto que nombra. Un signo siempre consta de dos partes: una material, perceptible por los sentidos, a la que llamamos significante, y otra inmaterial, psíquica, conceptual, a la que llamamos significado….En el arte teatral el signo se manifiesta con la mayor riqueza, variedad y densidad. En una representación teatral todo se convierte en signo, todo adquiere significado. (KOWZAN;1997: Capítulo: El signo del teatro.)

Y he aquí la importancia de considerar el signo, como parte de la realidad, aplicada en el quehacer teatral, el destacar que el teatro desde este punto de vista se entiende como una especie de reducción o más bien de resumen de la realidad. Está claro que una representación teatral, no podrá nunca (aunque ese sea su objetivo) abarcar todos aquellos aspectos de la realidad que está mostrando, si no que, se tendrá que llevar a cabo un proceso de selección, a partir de qué es lo que se quiere mostrar, y es acá en donde aparece, la necesidad de saber qué signos de esa realidad serán rescatadas, para poner en escena. Y es esto mismo, lo que realizamos a la hora de representar nuestro lugar de observación, (en mi caso la casa de acogida de indigentes). Una vez que fuimos un par de veces, tuvimos que empezar a reflexionar, que cualquier cosa que reasentaríamos iba a significar algo y adquiriría un nuevo valor, y no sólo para nosotros, si no, que también uno nuevo para los espectadores. He aquí una segunda característica que adquieren los signos en el teatro, no sólo hay que considerar que todo significa algo, si no que, aquello que significa para mí como actor, director o guionista, no siempre es lo mismo que significará para un espectador, y es quizás esta la riqueza o la debilidad (como quiera ser vista) que adquiere el teatro en términos de su valor significativo: El que una misma realidad, es vista, desde diferentes ángulos y cobra vida de distintas maneras según el observador, esto también lo explica Noguera refiriéndose al teatro realista: ”EL concepto de realismo es actualmente lo suficientemente amplio, y caben dentro de él muchísimos puntos de vista y formas de expresión.”(NOGERA; 1987:82)

Sin duda, ya pareciese quedar claro qué es un signo, pero ¿De qué forma se hace presente en el arte y específicamente en el teatro?, quizás acá aparezca un par de aclaraciones: “Un signo es un elemento que representa a otro; por ejemplo, una palabra representa al objeto que nombra. Un signo siempre consta de dos partes: una material, perceptible por los sentidos, a la que llamamos significante, y otra inmaterial, psíquica, conceptual, a la que llamamos significado…””…En el arte teatral el signo se manifiesta con la mayor riqueza, variedad y densidad. En una representación teatral todo se convierte en signo, todo adquiere significado.” (KOWZAN; 1997: Capítulo: “El signo del teatro.”)

Lo que quiero exponer acá es que es el teatro quizás el arte que juega o más bien trabaja con el mayor número de elementos significantes y es por esto que no es sólo egocentrismo e idolatría hablar del teatro en estos términos: “El teatro es un dominio privilegiado para el estudio de la representación y la significación, porque entran en juego por una parte diferentes sustancias significantes: objetos, vestuarios, la palabra misma, etc. (Álvarez San Agustín; 1982: 103). Claro está que todo va adquiriendo significación, desde el guión o texto dramático, los actores, sus movimientos, sus gestos, sus voces, las luces, la música, la escenografía, el vestuario, el maquillaje, la utilería, etc. Es el arte teatral el que pone en palestra un sinfín de unidades significantes, que se logran manifestar de forma autónoma, pero a la vez en conjunción, para lograr el objetivo primordial: representar una realidad.

Es a partir de esta última premisa de donde nace una interrogante ya hecha por muchos que involucrará la relación entre la realidad, el teatro y la significación: “Vamos a plantearnos si el teatro es una mera imitación de la realidad o algo más, si debemos ver en él una simple e inocente reproducción de situaciones y acontecimientos exteriores o una cosa nueva, creadora, trasformadora de esa misma realidad.” (Álvarez San Agustín; 1982: 100) Desde mi punto de vista, la respuestas es clara: El teatro, adquiere su capacidad creadora, y trasformadora, en parte, gracias a los signos que utiliza, el poder que tiene de rescatarlos de la realidad, y exponerlos, desde su modo y su visión, hace que esta realidad, deje de ser solamente una representación y traducción y pase a ser una especie de metáfora, de nueva lectura, de reinterpretación, en fin, es gracias a los signos que el teatro crea un nuevo lenguaje. En conclusión es esta la riqueza del arte dramático, el poder creativo y significativo que tiene, el ser capaz de tomar hechos y acciones pertenecientes al ámbito de la realidad, y llevarlos a otro ámbito al ámbito de la ficción, y en este sentido, esta quizás sea la nueva esencia del teatro contemporáneo, que cada vez se aleja más de toda estas antiguas concepciones de un teatro realista que busca asemejarse lo más posible a la realidad y de ahí crear un discurso crítico y representativo, en el fondo un teatro naturalista, que busca ser lo menos ilusorío y poético. Es fundamental hecho de abrir esa concepción y mirar al teatro, como algo más que representación de una realidad, si no como, una trasformación de esta, apartir de lo que nos entrega, los signos. Un ejemplo de esto sería el signo de la muerte, es decir, hay muchas obras que toman como elemento extraído de la realidad, el concepto o idea de muerte, pero una vez que este es “manipulado” por el teatro, ¿sigue significando la misma y exacta muerte que significa en aquella realidad de la cual se extrajo? , y es esto, lo que debemos entender, esa muerte, una vez que fue se hizo presente en una realidad teatral, cobre nuevos sentidos, nuevas formas y métodos, existen traducciones, de aquel hecho, la muerte deja de ser lo que realmente es, y pasa a convertirse en un signo nuevo, con nuevos significados, nuevos símbolos que se agregan primero una si es que se escriben , luego una vez que el director lo dirige, después una vez que el actor lo interpreta y por último cuando el espectador lo vivencia. Por lo tanto esa muerte, por más que se haya trabajo con el mismo significado que tenía en la realidad, no puede escapar de todos aquellos nuevos valores y significados que se le agregan en el quehacer teatral. Por último debemos entender que la muerte no fue lo mismo para García Lorca, que para Shakespeare y menos para Sófocles, a pesar de que el concepto es el mismo: La muerte.

Bibliografía

1.-Nogera, Hector; Articulo: “La observación-imitación: Punto de partida de lo teatral.”, En la Revista: Apuntes de Teatro N°95; de la Universidad Católica de Chile, Santiago; 1987.

2.- KOWZAN, Tadeusz; “Teoría del teatro”; Editorial Arcolibros S.L., Madrid; 1997.

3.-ALVAREZ SAN AGUSTÍN, Alberto; Representación y Significado en el teatro: Lectura de “El concierto de San Ovidio”; en la Revista de la Facultad de Filología de la Universidad de Oviedo; Asturias; 1982.


tabacalera.mpg

Bodas de Sangre _ Carlos Saura

martes, 6 de julio de 2010

Florentina...


Típica canción de la tradición asturiana, cantada en las noches de San Xuan.


Florentina ramu de laurel

Que disimuladito tienes el querer.

El querer de una niña así debe ser

Dueñu míu vamonos a costar

Que hace frío y hay que madrugar


A coger la verbena noite de San Xuan

A coger la verbena mios amores van.

Si me quieres te quieru si no te digo

Que te quiera la madre que te ha parido

Que te quiera la madre que te ha parido


A cantar ganarasme pero a cantares

Tengo yo un arca llena con siete llaves

Tengo yo un arca llena con siete llaves.

A cantar y a bailar nadie me gana

pero echar un remiendo no se me apaña

pero echar un remiendo no se me apaña.